Mi Insaciable Cuñado, Nunca Me Arrepentiré De Lo Sucedido

Hoy quiero confesar algo que aunque no debe ser, fue... Y creo que no me arrepiento.

En un golpe de suerte y luego de muchas decepciones conocí a un hombre maravilloso, cariñoso, atento, dulce, fiel y sincero. Poco me costó ilusionarme y entrar en una muy buena relación, donde habían salidas, momentos divertidos y apoyo monetario; la perfección hecha hombre. Pero había un detalle que empañaba esta perfección; en la cama aunque podía cumplir algunas de mis exigencias, no me hacia sentir completamente plena y eso para mi era realmente importante, aunque teniendo en cuenta el resto de sus virtudes, pensé que podía conformarme en ese aspecto con lo que medianamente recibía. Podía vivir con eso, tenía a mi lado a un hombre de mediana estatura, de piel blanca y ojos pardos y un cuerpo bastante bien formado gracias a los entrenamientos como policía, a demás estaba bien dotado en su entrepierna; tenia esperanzas en que podía mejorarlo con el tiempo.

Poco a poco fueron pasando las semanas en las que conocimos nuestras familias y compartíamos con ellas. Una noche Gerardo, mi pareja, me invitó a su casa con motivo del cumpleaños de su hermano a quien no conocía aún y yo acepté gustosa. Me enfundé en un vestido negro corto ceñido al cuerpo que hacía resaltar muy bien mis curvas, con un delicado escote y zapatos de tacón rojos que disimulaban mi baja estatura. A eso de las 8:00 pm. Gerardo llegó a buscarme.

CLICK AQUI  !!!  PARA SEGUIR LEYENDO .....

Comentarios